¡Todos podemos hacer algo por mejorar nuestro mundo!
La variación del clima es un fenómeno natural, pero el problema deriva de la aceleración de esta variación en el último siglo, como consecuencia del incremento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) causadas por la actividad humana.
Las emisiones mundiales de GEI han aumentado constantemente, con un incremento del 70% entre 1970 y 2004. El principal GEI emitido por el hombre es el dióxido de carbono (CO2) que resulta, mayoritariamente, de la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) utilizados, principalmente, para la producción de energía y el transporte. En total, la producción energética en todos los sectores suma casi el 80% de las emisiones y sólo en la generación de energía para nuestro consumo, se producen casi el 30% de las emisiones. Por ello, podemos hacer mucho por reducirlas, evitando consumos innecesarios.
El CO2 se extiende por la atmósfera desde las chimeneas de las fábricas, el tubo de escape de los coches o de los aviones pero, también, desde las calderas de gas natural que utilizamos en casa.
Cuando se desplaza 1 kilómetro, una persona emite, en gramos (equivalente a CO2):
– A pie y en bicicleta: 0 g
– En barco: 1 g
– En tren: 11 g
– En autobús: de 80 a 90 g
– En auto mediano: 150 g
Para pensar:
Menos energía consumida = menos gases de efecto invernadero = menos amenazas para los bancos de hielo y el oso polar