El cerebro es el gran director de nuestro cuerpo y está formado por millones de neuronas que responden a un sinfín de impulsos que vienen del exterior. Conocé cinco alimentos que lo potencian.
Para ayudar a nuestro cerebro a mantener sus capacidades por más tiempo, éstos son los mejores alimentos para su buena salud.
Calabaza
Es el alimento antioxidante por excelencia. Su contenido en ácido fólico puede ayudarnos a mantener nuestra mente despierta y ágil, mejorar nuestra memoria y, también, la velocidad a la que el cerebro procesa la información. Múltiples estudios han sugerido que la falta de ácido fólico puede generar trastornos mentales, como la depresión.
Semillas de chía
Provienen de una planta de América Central, lugar donde ya la consumían desde hace más de 6 mil años. Favorecen el funcionamiento de las neuronas y mejoran la actividad cerebral. Se trata de la mayor fuente de omega-3 que podemos obtener de la naturaleza. Sus propiedades previenen el envejecimiento de los tejidos, por lo que mantienen intactas sus funciones por más tiempo.
Espinacas
Gracias a la presencia de minerales, vitaminas, pigmentos y fitonutrientes, incluyendo potasio, manganeso, zinc, magnesio, hierro y calcio que contienen, ayudan a mantener la conductividad eléctrica del cerebro. Así, las señales entre las neuronas se producen de forma más rápida y, por tanto, nos hacen pensar más clara y velozmente.
Arándanos
Son un potente antioxidante. Introducirlos en nuestra dieta puede mejorar nuestra memoria, aprendizaje y las funciones cognitivas en general, gracias a un compuesto que contienen llamado flavonoides, que protegen de los radicales libres que dañan el tejido sano. Los arándanos ayudan a evitar o retrasar enfermedades degenerativas del cerebro, como el Alzheimer.
Frutos secos
Aportan minerales y vitaminas, entre ellos, fósforo, magnesio, potasio, vitaminas del complejo B y vitamina E. Todos ellos se convierten en excelentes herramientas para mantener una buena salud cardiovascular y cerebral, ya que si todos los órganos obtienen un correcto aporte tanto de sangre como de oxígeno, nuestro cerebro también funcionará mucho mejor.