La alimentación tiene que ser una de nuestras principales preocupaciones. De ella dependerá, en gran medida, que podamos llevar una vida saludable.
La alimentación debe ser, por sobre todas las cosas, balanceada. No hay que ingerir un solo grupo de comidas, ni tampoco, exagerar en la ingesta de un tipo de alimento.
Los hábitos dentro de la alimentación deben ser generados desde que la persona es muy pequeña. En los niños hay que trabajar sobre la alimentación ya que, cuando se es adulto, es muy difícil lograr un cambio en las costumbres. La alimentación es base, para poder llegar de la mejor forma, cuando uno sea un adulto mayor. Comúnmente, aquellas personas que no cuidaron su alimentación al momento de ser jóvenes, llegan muy mal a su vejez, con varios problemas en el organismo.
El ejercicio físico contribuye a disfrutar la vida con mayor plenitud. Estos son algunos de los beneficios con que el ejercicio físico contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas:
– Aumenta la resistencia a la fatiga e incrementa la capacidad para el trabajo físico y mental.
– Ayuda a combatir la ansiedad, la depresión y el estrés mental.
– Mejora la capacidad para conciliar el sueño.
– Provee una manera sencilla para compartir actividades con amigos y familiares contribuyendo a mejorar aspectos sociales.
– Ofrece mayor energía para las actividades diarias.
– Tonifica los músculos e incrementa la fuerza.
– Mejora el funcionamiento de las articulaciones.
– Contribuye a la pérdida de peso cuando esto es necesario.