El agua en la historia

Desde la prehistoria hasta nuestros días, el desarrollo de las civilizaciones siempre ha evolucionado marcado por un factor: la presencia o la ausencia del agua.

La historia de la humanidad está marcada por innumerables conquistas tecnológicas, por el progreso de las relaciones entre las personas y por la capacidad creativa del ser humano para superar cada desafío. Si está presente y en abundancia, el agua representa la posibilidad de mejoramiento agrícola, social, industrial, sanitario y de la calidad de vida. Si el recurso hídrico está ausente o escasea, es motivo de pobreza, guerras, enfermedades y estancamiento económico.

Lamentablemente, todos los días se desperdician millones y millones de litros en actividades que desvalorizan el agua. El abuso en el uso no es solamente un desconocimiento de las responsabilidades de los ciudadanos de evitar el desperdicio, sino una falta de respecto a aquellos que viven en regiones donde no hay agua disponible para todos.

Hay personas que deben vivir con menos de 50 litros de agua por día, mientras que otras usan más de 500 litros. La necesidad de considerar que la pobreza y la degradación del medio ambiente son procesos ecológicos y sociales muy relacionados entre sí, requiere aplicar un planteamiento integrado para su control y ordenación.