Cuando se conduce un vehículo, se debe estar realmente concentrado en el manejo y en una postura que permita actuar correctamente y a tiempo.
Una postura cómoda y segura se logrará siguiendo estas recomendaciones:
– Desplazar el asiento lo más atrás posible de manera que permita llegar a los pedales con las piernas levemente flexionadas. Esto garantizará estar lo suficientemente lejos del volante para evitar chocar contra éste en el caso de una colisión frontal, siempre que se utilice el cinturón de seguridad y, en los vehículos que poseen airbags, con esta posición se garantizará el mayor beneficio de este sistema de seguridad pasiva.
– Acomodar el respaldo de manera que con la espalda apoyada junto a él, los brazos puedan tomar el volante en la posición de las agujas del reloj cuando marcan las diez y diez, y los codos queden levemente flexionados, lo cual permite tener buena capacidad de respuesta ante la necesidad de maniobras bruscas.
– Cuando no resulte necesario hacer un cambio de velocidades, evitar llevar la mano en la palanca de cambios ya que resta rapidez en la maniobra y, además, hay que evitar llevar el pie permanentemente apoyado en el embrague. Ante una frenada repentina, se pisará el embrague sin querer y, en realidad, es beneficioso que el automóvil esté en cambio para ayudar a frenar en una menor distancia.
– Antes de iniciar la marcha se debe verificar que todos los espejos retrovisores estén limpios y en su correcta posición.
– Lo más importante: Colocarse, siempre, el cinturón de seguridad.