El mejor hábito de todos los buenos hábitos es lavarse las manos. Cuando te lavas las manos, eliminas los gérmenes que puedes haber recogido por aquí y por allá. Por ejemplo, cuando te las lavas antes de comer, reduces las probabilidades de que esos gérmenes acaben dentro de tu cuerpo, donde te podrían enfermar.
Seguro que ya sabes lavarte las manos. Pero revisa tu técnica, teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Utiliza agua tibia o calentita (no fría ni caliente) para lavarte las manos.
- Utiliza cualquier jabón que te guste. Algunos jabones vienen en formas y colores especiales y huelen muy bien, pero cualquier jabón que sirva para restregar es un jabón adecuado. Es correcto utilizar jabones antibacterianos o bactericidas, pero los jabones normales y corrientes también van bien.
- Enjabónate bien y haz que te salga espuma en las dos caras de las manos, las muñecas y entre los dedos. No te olvides de lavarte alrededor de las uñas. Este es un lugar donde les encanta esconderse a los gérmenes. Lávate las manos durante 15 a 20 segundos: aproximadamente lo que cuesta cantar dos veces el «Cumpleaños feliz».
- Aclárate y sécate bien con una toalla limpia.
Y añadamos un el quinto paso final porque es la temporada de la gripe: ¡Dile a un amigo tuyo que se las lave también!