La ecología es la defensa y protección de la naturaleza y del medio ambiente. En otras palabras, es el modo de conservar este planeta. Por tanto, es esencial que la ecología se enseñe en las escuelas desde temprana edad. Los niños serán los responsables de cuidar el planeta en el futuro.
La ecología estudia, más concretamente, las relaciones de los seres vivos con el medio ambiente y, también, el transporte de materia y energía y su transformación por parte de los organismos vivos. Más allá de esto, y teniendo en cuenta que el ser humano es el organismo vivo que más influye en el planeta, la ecología debe ocuparse de cómo el hombre está cambiando el medio ambiente. O, quizá fuera mejor otra perspectiva: cómo puede el ser humano desarrollarse y disfrutar de una buena calidad de vida sin perjudicar a la naturaleza.
Cómo enseñar ecología
La enseñanza de la ecología en las escuelas no significa necesariamente ir al campo a conocer la naturaleza. El medio ambiente es todo, también la ciudad. De este modo, enseñar ecología en la escuela es salir al patio, a la ciudad y observar los procesos naturales: el medio ambiente es un río y una montaña, pero también los árboles que hay en las ciudades, un charco o un insecto que viva en el patio del colegio.
Por otra parte, es preciso incidir en asuntos como la reutilización y el reciclaje, así como en el ahorro de recursos (agua, energía…) y en la importancia de reducir el consumo en general.
Casos prácticos
Es una buena idea enseñar ecología con casos prácticos. Por ejemplo, se puede enseñar a los niños a elaborar abono natural con desechos como restos de patatas o zanahorias u hojas caídas. Después, para completar el proceso, se debe usar ese compost para sembrar algún tipo de verdura o fruta. Con la ventaja de que los niños, una vez que se recojan los alimentos, se los pueden llevar a casa para consumir.
También se pueden usar otros residuos para fabricar nuevos objetos y enseñar el concepto de reutilización.