Aprovechen la luz natural lo máximo posible, un buen truco para eso es pintar las paredes interiores del hogar con colores claros.
Cuando un cuarto este vacío, no dejes las luces encendidas. Hoy en día es muy común tener muchos artefactos eléctricos en la casa (desde televisores, computadoras, dvd, videojuegos hasta los de cocina como la cafetera, procesadora, juguera, etc) es muy importante desconectarlos por completo cuando no se usen ya que aunque que estén apagados, si están enchufados, consumen energía de todas formas.
Aísla tu casa
Para conseguir un consumo eficiente de la energía es importante que controles las posibles fugas de aire que haya en ventanas, puertas e incluso alrededor de extractores o conductos de ventilación. “Para determinados escapes es mejor dejarlos en manos de profesionales”, comenta Atwood, “pero tú también puedes solucionar algunos y sellarlos con una pistola de silicona o un poco de masilla e impedir que el aire entre o salga”.
Reemplaza las bombillas tradicionales
Las lámparas halógenas utilizan 10 veces más electricidad que las bombillas de bajo consumo o las led. Claro, son más caras, pero se amortizan mucho antes de que termine su vida útil (entre 8.000 y 10.000 horas). Es uno de los cambios más sencillos que puedes hacer.
Pon cortinas y alfombras
Tanto el frío como el calor se transmiten a través de las ventanas y suelos. Durante el invierno, utilizar cortinas y alfombras para eliminar los puntos fríos puede suponer un ahorro de hasta un 25 % en la factura de la calefacción. No hace falta que compres una alfombra persa, varios estudios han demostrado que el espesor y la amortiguación inferior es más importante que el tipo de material.
Nuestras acciones podrían tener un gran impacto no solo en nuestros bolsillos, sino también en el medioambiente
Cuando acaba el frío, puedes conseguir un importante ahorro en aire acondicionado y uso de ventiladores manteniendo la casa fresquita y protegida del sol echando cortinas y persianas durante el día y abriéndolas cuando caiga el sol.
Desenchufa siempre que sea posible
Apaga todo aquello que consuma energía cuando no lo estés usando. No vas a desenchufar la nevera, está claro, pero sí puedes hacerlo con la pantalla del ordenador o la televisión cuando te vayas a dormir. En portátiles y otros dispositivos eléctricos, utiliza el modo suspensión y ellos solos se apagarán por completo cuando no los toques durante un rato.
Date duchas cortas
Sí, el chorro de agua caliente por la cabeza es relajante, pero no deberías tardar en ducharte más de 7 minutos. Dejarte llevar por las sensaciones agradables y tardar 20 minutos se puede traducir en cientos de euros al año, así que, si lo ves necesario para no tardar, empieza a cronometrar cuánto tardas. Si además tienes la posibilidad de contratar una facturación nocturna, es mejor que te duches por la noche y notarás cómo poco a poco baja el consumo de energía en tus recibos.
Apaga las luces
Procura hacer un recorrido por tu casa para asegurarte de que están apagadas todas las luces que no sean necesarias y, por supuesto, siempre que salgas de una habitación y se quede vacía, déjala a oscuras. La luz representa el 20 % del gasto en energía de la mayoría de los hogares, por lo que esta pequeña acción se traducirá en un ahorro real en el transcurso de un año.
Lava con agua fría
Los detergentes modernos están formulados para quitar la suciedad y las manchas aceitosas de la ropa incluso en agua fría. Además, a estas temperaturas cuidarás mejor los tejidos y los colores de las prendas aguantarán más tiempo. ¡Todo ventajas!
Baja el calentador de agua
A menudo, los fabricantes de calentadores establecen la temperatura media del agua en unos 60 grados centígrados, que es lo suficientemente caliente como para que te quemes, así como dañino para las tuberías. Bajando la temperatura a unos 40 grados y regulándola con agua fría para fregar o ducharte, notarás como ahorras energía y dinero.
No calientes ni enfríes la casa cuando esté vacía
A todos nos gusta llegar a casa y que esté a la temperatura ideal. Dejar la calefacción encendida o el aire puesto durante horas si no vamos a estar es una de las formas más comunes de desperdiciar energía y malgastar una gran cantidad de dinero.