El hongo que convierte en zombis a las hormigas

Las hormigas carpinteras de la selva tropical brasileña la tienen complicada. Cuando uno de estos insectos se infecta con un hongo determinado, se convierte en una “hormiga zombi” y ya no controla sus acciones. Manipulada por el parásito, una hormiga infectada abandonará los acogedores confines de su hogar arbóreo y se dirigirá al suelo del bosque, un área más adecuada para el crecimiento de hongos.

Después de alojarse en la parte inferior de una hoja, la hormiga zombificada se ancla a sí misma mordiendo el follaje. Esto marca el acto final de la víctima. A partir de aquí, el hongo continúa creciendo y pudriéndose dentro del cuerpo de la hormiga, atravesando en algún momento la cabeza de la hormiga y liberando sus esporas de hongos. Todo este proceso, de principio a fin, puede llevar más de diez agonizantes días.

Sabemos de las hormigas zombis desde hace bastante tiempo, pero los científicos siguen intentando comprender cómo el hongo parásito, O. unilateralis, realiza sus tareas de titiritero.

Este hongo se conoce comúnmente como “parásito cerebral”, pero una nueva investigación publicada esta semana en Proceedings of the National Academy of Sciencesmuestra que los cerebros de las hormigas zombis quedan intactos tras la infección, y que O. unilateralis es capaz de controlar las acciones de su anfitrión infiltrando y rodeando las fibras musculares a través del cuerpo de la hormiga. En otras palabras, convierte a la hormiga infectada en una versión externalizada de sí mismo. Las hormigas zombis se convierten en parte insecto, parte hongo.

Horrible, ¿verdad?