¿Espacios urbanos con el césped alto y hierbas por cortar? Algunas grandes ciudades han encontrado en las ovejas una solución, y denominan a esta práctica eco-pastoreo o pastoreo urbano. Que, si bien pareciera un experimento innovador, no deja de ser una vuelta a lo antiguo, a cuando los pastores rotaban a sus animales por diferentes los pastos cercanos al núcleo urbano. Y a los tiempos, previos a la Revolución Industrial, en que agricultura, ganadería y ciudad no eran tres conceptos tan distantes entre sí. Recientemente, las novedosas imágenes de animales pastando en vastos aeropuertos o en parques urbanos, han colocado un nuevo foco de atención sobre esta práctica que se re introduce en algunas ciudades.
París, en abril de 2013, ya anunció que pondría animales a pastar para cortar el césped de manera experimental. Y comenzaron así, en un terreno baldío de 2.000 kilómetros cuadrados perteneciente al servicio de los Archivos de París. Y con una especie ovina que estuvo a punto de desaparecer en los años setenta pero recuperada gracias a algunos granjeros que las utilizan precisamente para segar. Las ovejas estuvieron un mes, tiempo suficiente para podar toda la hierba. Y después, volvieron a la Granja de París, donde residen hasta que la hierba vuelve a crecer. En este mismo espacio, además, se han instalado varios “hoteles de insectos” para favorecer la polinización de la flora.
Y ya en Europa también son cada vez más las ciudades que se suman al eco-pastoreo. En el parque del Palacio de Buckingham londinense o en los Campos Elíseos parisinos hemos podido ver a las ovejas y las cabras sustituyendo, de vez en cuando, a los ruidosos corta céspedes. La ciudad de Dusseldorf, Alemania, emplea desde hace años a los animales para cortar la hierba en sus parques urbanos. Y Roma, Berlín y Turín, entre otras, prevén apuntarse a esta iniciativa que resulta barata, eficiente y que a la vez que desbroza, garantiza la fertilización natural de las áreas verdes. Así, el Ayuntamiento de Roma, inspirado por la experiencia berlinesa, y con cerca de 44.000 hectáreas verdes, ha anunciado recientemente su intención de crear rebaños de entre 15 y 25 ovejas que, con vallado móvil, y de manera itinerante, vayan limpiando de maleza los parques y jardines.
En el medio rural, desde luego, los animales siempre han sido importantes aliados, entre otras cosas, para para la prevención de incendios y el control de la maleza. Y las ciudades comienzan a planteárselo. ¿Será este el comienzo de nuevas formas de relación entre lo rural y lo urbano?