Cómo hacer un rallador con una lata.

Una lata, lija y un taladro con la broca adecuada es lo único que necesitaras para poder hacer tu propio rallador casero. Tal y como podrás ver en el video tutorial, este proyecto es bien fácil de realizar.

Las instrucciones son bien sencillas. Marcaremos la lata para agujerear uno de sus lados, los agujeros dependerán del uso que le vayamos a dar. De todas formas, en una misma lata podemos hacer diferentes hileras de agujeros de distinto radio, de manera que tendremos un rallador multiusos.

Materiales a utilizar.

  • Una lata de metal de las que son más altas que anchas.
  • También necesitas un taladro.
  • Y por último, una broca o varias del o los tamaños que desees los agujeros.

Cómo hacer el rallador.

  • Primeramente limpia la lata de cualquier residuo de alimentos.
  • Si quieres hacer una sola hilera de un mismo tamaño los huecos, marca la lata en el lugar deseado.
  • Debes hacer líneas verticales a lo largo de la lata, 6 líneas a una distancia de 1 cm es ideal.
  • Si quieres hacer huecos de distintos tamaños, puedes hacer varias hileras de un tamaño de un lado de la lata y otras del lado contrario con otro tamaño de broca.
  • Luego traza líneas horizontales a 1 cm de distancia y donde se encuentren las dos líneas abre los huecos con la broca.
  • Los orificios deben quedar formando una fila tanto vertical, como horizontalmente.
  • Una vez hechos estos, entonces procede a lijar los agujeros por el lado interior de la lata.
  • Luego, lavar la lata muy bien para eliminar residuos.
  • Asimismo utiliza la parte trasera de la broca para introducirla con tu mano en cada orificio y hacer que el agujero brote un poco hacia afuera. Esto hará que puedas rallar lo que quieras.
  • Vuelve a lavar la lata, sécala y ya tienes un rallador casero, muy original.

Si quieres tener un rallador multifuncional puedes seguir estos pasos en distintos lados de la lata, abriendo agujeros de diferentes tamaños y de esta forma obtendrás alimentos con rallados de distintos grosores.

Una idea práctica y muy fácil de llevar a cabo que puede solucionar una necesidad en tu cocina, a la vez que reciclas esas latas de metal.