Los jóvenes mendocinos comentaron que la idea surgió porque querían promover el consumo responsable en la zona, además del reciclado y la reutilización de los materiales que se desechan.
Dagma –de 25 años– es licenciada en Gestión de Negocios y Matías –de 23 años– es técnico superior en Gestión Ambiental, por lo que decidieron llevar adelante este emprendimiento de manera fusionada.
“Nos preguntamos ‘qué podemos hacer, qué podemos crear para hacer algo acá, local más que nada’. Entonces surgió la idea de hacer lápices de papel. Además en nuestra ciudad, tenemos una planta de residuos sólidos urbanos, entonces dijimos ‘buenísimo, hay algo que nos puede ayudar’. Primero hicimos prueba-error, y ahí salió”, dijo la joven.
Explicó: “Lo que nosotros hacemos es insertar una mina, luego le damos una forma artesanal, le damos forma de lápiz y ya pasa a un secado por un tiempo. Luego lleva un pulido, un detalle en el que le colocamos la marca y se terminaría. Los hacemos de 12 centímetros y se les puede sacar punta, es igual a un lápiz de madera”.
De una hoja de diario pueden fabricarse cuatro lápices de manera artesanal. Cabe decir que más adelante tienen pensado hacer este trabajo de manera más industrial, para lo cual desean tener la maquinaria necesaria.
La marca con la que esos lápices se presentan es “Suyana”. Sobre el significado, Dagma dijo que surgió del idioma quechua y que significa “esperanza”, ya que justamente tiene que ver con darle una esperanza a residuos que se desechan en gran cantidad en el departamento vecino. “Nos informamos de que el material que más se desechaba en la ciudad era el papel y el cartón, entonces de este residuo dijimos ‘hagamos un producto’”, contó.