La escuela debe cuidarte desde el momento en que te acercás al establecimiento y cuando salís de él.
Al llegar y al salir de la escuela, hay que evitar cruzar por la mitad de cuadra. Se puede vallar el cordón frente a la puerta de entrada, si es necesario. Docentes y adultos de la comunidad pueden guiar a los niños al salir de la escuela hacia las esquinas para un cruce seguro y con respeto por los semáforos, si los hubiere.
– Colaboración de los adultos. La escuela puede agilizar el ascenso y descenso de los niños pequeños que se movilizan en automóvil, si una cadena de adultos responsables recibe a los niños junto al cordón, en la vereda, para ingresarlos al establecimiento rápidamente, evitando que los padres desciendan del vehículo con la consabida pérdida de tiempo y congestión que esto implica.
– Colaboración de las autoridades. Las autoridades deben solicitar a los padres que no estacionen en las áreas de ascenso y descenso de los niños del micro escolar. Deben solicitar a los padres que no estacionen en doble fila para evitar arriesgar a los niños en el ascenso o descenso y para no obstaculizar el tránsito vehicular. También pueden recordar a los padres la ubicación adecuada de los niños en el auto y que usen los sistemas de seguridad, cinturones y sillas especiales. Deben alertar a los padres que los niños no pueden viajar en moto si ésta no posee dos asientos y/o sin usar el casco.
– Colaboración de los docentes. Los maestros pueden enseñar a los niños la forma segura y ordenada de esperar, subir o bajar del micro escolar o colectivo. Pueden analizar en clase, con sus alumnos, los recorridos que la mayoría de los niños realiza para llegar o salir de la escuela, evaluando los más seguros y los puntos más peligrosos, para evitarlos, o aprender a tomar precauciones especiales si no pudieran evitarse.
¡La Educación Vial es responsabilidad de todos!