Existe la falsa creencia de que no es necesario llevar el cinturón en los asientos traseros. Sin embargo, los pasajeros ubicados en este lugar van exactamente a la misma velocidad que los de adelante y están sometidos a la misma deceleración si el coche choca o se detiene bruscamente.
Es cierto que frente a los pasajeros traseros no hay cuerpos rígidos como el volante o el tablero, pero los asientos delanteros contra los que chocan no son una estructura deformable que pueda absorber la energía del impacto. Para evitar el efecto submarino se debe colocar bien el cinturón y sentarse correctamente, siendo aconsejable no añadir ningún complemento al asiento.
Sin cinturón de seguridad, a 80 kilómetros por hora los pasajeros de atrás no tienen ninguna forma de sujetarse y son proyectados contra los de delante, lo que podría matar o lesionar gravemente a los ocupantes de los asientos delanteros.
Existen muchas excusas para no llevar el cinturón y también muchos mitos sobre su eficacia. Generalmente se debe a la falta de información y al desconocimiento de este importante sistema de seguridad.
Recomendaciones para su uso
– Se debe llevar el cinturón bien ceñido al cuerpo. Es por ello que no se debe utilizar ropa demasiado voluminosa.
– No se debe poner nada debajo del cinturón con el fin de ir más cómodo.
– Comprobar, una vez abrochado, que no esté enganchado o enrollado en alguna parte de su recorrido porque puede ser peligroso y, además, pierde eficacia.
– Pasar la parte superior de la cinta por la clavícula, entre el cuello y el hombro. Nunca por el cuello, ya que podría causar lesiones graves en caso de accidente.
– Colocar el asiento casi en ángulo recto, nunca demasiado inclinado, ya que esta posición favorece la aparición del efecto submarino o facilita que el cinturón produzca un estrangulamiento en caso de accidente.
– Cambiar el cinturón cuando se sufra un golpe, ya que el trenzado del mismo habrá perdido su eficacia e, incluso, puede haber roturas en los sistemas de anclaje.