El sobrepeso y la obesidad se producen debido al aumento del tamaño y de la cantidad de las células grasas en el organismo.
La obesidad es una afección grave que puede producir complicaciones como el síndrome metabólico, presión arterial alta, ateroesclerosis, enfermedades del corazón, diabetes, niveles elevados de colesterol en sangre, distintos tipos de cáncer y trastornos del sueño.
El tratamiento depende de la causa y de la gravedad de la afección, y de si hay complicaciones e incluye cambios en el estilo de vida como, por ejemplo, llevar una alimentación saludable para el corazón y aumentar el nivel de actividad física.
Los desequilibrios energéticos
Para detectar y diagnosticar el sobrepeso y la obesidad, los médicos miden el índice de masa corporal (IMC) y la circunferencia de la cintura. Los desequilibrios energéticos pueden producirlos. Un desequilibrio energético supone que la energía que ingresa al organismo, que se mide en calorías, no es equivalente a la que sale del mismo. La energía que ingresa es la cantidad de calorías que aportan los alimentos y las bebidas, mientras que la energía que sale es la cantidad de calorías que el cuerpo utiliza para respirar, digerir los alimentos, hacer actividad física y regular la temperatura corporal. Este tipo de desequilibrio energético hace que el cuerpo acumule grasa.
El cuerpo utiliza ciertos nutrientes, como los carbohidratos o azúcares, las proteínas y las grasas que obtiene de los alimentos que consumimos, para realizar las siguientes funciones:
– Producir energía que utiliza de forma inmediata, para desempeñar las funciones corporales habituales diarias y para hacer actividad física.
– Almacenar energía para utilizarla más adelante. Los azúcares se acumulan en el hígado y los músculos en forma de glucógeno, mientras que las grasas se acumulan principalmente en el tejido graso en forma de triglicéridos.
La cantidad de energía que el cuerpo obtiene de los alimentos depende del tipo de alimento ingerido, del modo de preparación de los alimentos y del tiempo transcurrido desde la última comida.
El tratamiento para el sobrepeso y la obesidad depende de la causa y la gravedad de la afección. Entre los posibles tratamientos se encuentran los cambios saludables en el estilo de vida, los programas de tratamiento de modificación de conducta para adelgazar, los medicamentos y, posiblemente, la cirugía.