Seguridad infantil

 ¿Cómo elegir el mejor sistema de retención para los chicos en el auto? En esta nota te lo explicamos.

Además de lo comentado en las notas anteriores, se debe tener en cuenta algunas cuestiones relacionadas con los sistemas de retención infantil.

– Elegir el sistema de retención adecuado en función del peso y del tamaño del niño, y no en función de su edad.

Comprobar que el sistema elegido esté homologado, lo que significa que ha superado, satisfactoriamente, una serie de pruebas como la resistencia de correas, hebillas, partes metálicas, comportamiento de los componentes ante el frío, el calor, la corrosión, la abrasión, la tracción, etc. El producto deberá tener la etiqueta de homologación perfectamente cosida o pegada, en la que se muestre toda la información de manera clara, legible y fácilmente localizable.

– Antes de comprar la sillita o cualquier otro sistema de retención infantil es conveniente probarlo para constatar que se queda bien fijado y que resulte cómodo para el tipo de vehículo en el que se usará.

Instalar la sillita en el vehículo correctamente, siguiendo las instrucciones que la acompañan, de forma que quede fijada a la estructura o a sus cinturones. Es necesario ajustar y abrocharlos bien.

– Si el coche dispone de airbag en alguno de los asientos, delanteros o traseros, evitar colocar la silla en él, a no ser que éste pueda desconectarse. La velocidad y la fuerza con la que se dispara el airbag podrían causar lesiones graves al niño, aunque el choque no se produjera a una velocidad elevada.

Evitar que un niño utilice el cinturón del adulto. Dos menores jamás deberán compartir el mismo cinturón de seguridad.

– Después de un accidente, la sillita debe cambiarse, ya que puede haber sufrido alguna rotura o deterioro que afecte a su seguridad.

Evitar llevar a un niño en brazos porque, en caso de accidente, a sólo cinco kilómetros por hora, ningún adulto será capaz de retenerlo.

Evitar dejar al niño ir entre los asientos y, mucho menos, poner una barra para que se sujete en ella, porque si hay un accidente, saldrá despedido contra los elementos del interior del vehículo.

Los niños nunca deben ir acostados en el asiento posterior porque, en caso de accidente, sufrirán graves lesiones.

Si el adulto no utiliza el cinturón, no podrá exigirle a su hijo que utilice su propio sistema de retención. A partir de los cuatro años suele ser más habitual que no se utilice un sistema de seguridad adecuado. No obstante, su obligación es protegerlo hasta que el pequeño alcance una estatura de 1,35 metros, momento en el cual podrá utilizar los cinturones normales del vehículo o seguir usando un dispositivo de retención homologado a su talla y a su peso.

La educación en seguridad vial es una labor importante que todos debemos ejercer. Para educar, además de palabras, los niños deben ver, en sus padres, actitudes y comportamientos seguros en sus acciones diarias, en el ámbito del tráfico y en la seguridad vial.