¿En qué consisten los huertos urbano?
Un huerto casero o urbano es una pequeña zona de cultivo, que puede ser desde una azotea a un balcón o un poco más amplio como el terreno de un solar, que se acondiciona para plantar productos de la huerta en la ciudad.
Hay que adaptar el tipo de cultivo al espacio del terreno. Es decir, en un balcón no conviene plantar un peral pero sí unos matos de fresa y algunas zanahorias, lechugas, etc. También en función del tipo de planta que se dé en el sitio.
¿Qué son los huertos urbanos comunes?
Los huertos urbanos comunitarios son lugares destinados al cultivo en la ciudad de forma que se organizan y reparten pequeñas parcelas entre un grupo de personas que soliciten la plaza. Estas zonas de cultivos normalmente se realiza en solares públicos y es coordinada normalmente por los ayuntamientos.
Existen otros huertos urbanos comunitarios particulares creados por asociaciones de vecinos aprovechando los terrenos ajardinados. En este caso existen diferentes formas de coordinarse los usuarios.
Por ejemplo, el sorteo entre los interesados puede ser por porciones, como en el caso anterior, o todo en una parcela y se organizan grupos de trabajo y se decide lo que se va a plantar.
¿Cómo funcionan los huertos urbanos comunitarios?
Los huertos urbanos, ordenados por los ayuntamientos tienen un sistema de solicitud que se decide por sorteo entre los solicitantes. Cuando ha sido adjudicado, al afortunado se le conceden unos años de disfrute del terreno y las herramientas necesarias así como asesoramiento técnico.
El usuario de la concesión también tiene obligaciones como el mantenimiento adecuado del huerto, no hacer casetas ni cuartos de apero, asumir los costes del cultivo y no comercializar los productos ya que es sólo para consumo personal del usuario.
Otros usos del huerto urbano
Los huertos urbanos surgieron como una alternativa de ocio para las personas jubiladas que generalmente proceden del medio rural o han tenido mucho contacto con él. Pero se ha ampliado a otros usos:
- Debido a la necesidad cada vez mayor de muchas personas de tener algún contacto con la naturaleza o una actividad de ocio que les conecte con la tierra.
- Poder cultivar productos de la huerta de forma ecológica y sobre los que se tenga el control de lo que se come.
- Para la educación práctica natural y ambiental de los niños cuyo colegio tenga cerca un huerto urbano. Importante para los niños que crecen en las grandes ciudades poder cultivar y tomar conciencia de que la fruta no se fabrica en los supermercados. Además de valorar el trabajo de los que viven de la agricultura.
- Como terapia. Especialmente para personas con discapacidades tanto físicas como psíquicas. Ya que trabajan la motricidad, ejercitan y tonifican la musculatura y suben la autoestima, así como se obtiene un estado de relajación natural por la actividad tranquila en contacto con la naturaleza.
Nuestros consejos
Si está interesado en beneficiarse de un huerto urbano consulte en su Municipalidad, quizás haya alguno disponible. Pero también puede intentar formar uno en su asociación de vecinos si tienen el terreno, quizás tenga suerte.
O, a último remedio, en tu terraza, balcón o azotea puedes tu propio y particular huerto casero. Encontrarás consejos sobre cómo realizarlo en nuestra sección de “ecología” en el apartado de “agricultura ecológica”.