Los pluviómetros sirven para calcular la cantidad de lluvia que cae en una zona concreta durante un periodo de tiempo determinado. Los primeros registros pluviométricos de los que se tiene constancia datan de la Grecia Clásica, hacia el 500 antes de Cristo. Unos cien años después, en la India, se utilizaban cuencos para registrar la cantidad de lluvia caída.
En la actualidad, los pluviómetros más comunes utilizados por los servicios meteorológicos y en aeropuertos consisten en un cilindro de gran tamaño a modo de embudo que desemboca en un tubo más estrecho con el que se realiza la medición. El cilindro, de medio metro de alto, dirige el agua recogida hacia el tubo interior, cuya sección es la décima parte de la que posee la parte superior del embudo. Esta diferencia permite realizar mediciones más precisas. Además, los radares meteorológicos de largo alcance cumplen también las funciones de una red de pluviómetros densa.
En este video te enseñamos cómo hacer tu propio pluviómetro. ¡Manos a la obra!